Terapia de Pareja Online

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  • marzo 2024
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Descripción

¿Tu pareja ya no funciona? La terapia de pareja consiste en un tipo de proceso terapéutico, dirigido por un psicólogo, mediante el cual ayudamos a las parejas a resolver los problemas de su relación. El núcleo en el que actúa la terapia de pareja no es el individuo, sino la relación.

Terapia de pareja online

La terapia de pareja online consiste en recibir la ayuda profesional por parte de un psicólogo a una pareja a través de una videollamada o una llamada. Gracias a las nuevas tecnologías, que nos están haciendo la vida más fácil, hoy es muy fácil mejorar nuestra relación a través de una videoconsulta donde recibirás el apoyo que necesitáis tu pareja y tú sin correr los riesgos asociados al coronavirus. Simplemente hay que conectarse desde tu casa delante del ordenador, móvil o tablet. Algo sencillo y rápido. La terapia de pareja online tiene una duración de una hora, tiempo que se empleará en el conocer mejor la situación en la que se os encontráis tu pareja y tú a fin de poder iniciar el proceso de mejora y solución de los problemas existentes.

¿Cuándo debemos acudir a terapia de pareja?

Cuando hay problemas en tu relación de pareja, dificultades en la comunicación, situaciones de celos e infidelidades, dificultades ante la llegada de hijos u otros cambios vitales, problemas de convivencia, crisis sentimentales, etc. es posible poner solución a estos problemas. En la terapia de pareja podemos encontrar ese espacio para encontrar la solución a las dificultades que están impidiendo que la relación no mejore. Tomar la decisión de ir a terapia de pareja es muy importante, puesto que estamos poniendo un remedio a esa dificultad entre dos personas, y si no se busca una solución, puede resultar en un adiós definitivo para la pareja. El objetivo principal de esta terapia es el de recuperar la paz, una buena vida sexual, una buena relación, tiempo juntos y todo aquello que conlleva tener una relación de pareja sana y satisfactoria. La intención es conseguir dejar atrás los reproches, el rencor, las discusiones frecuentes y todas esas cosas que han hecho un distanciamiento entre ambos. Se hace una evaluación de la pareja en sí, es decir, se valora toda su historia para encontrar dónde y cuándo aparecieron los problemas, los motivos de estos, qué intentos de solución se han intentado, cómo está la relación ahora mismo: los problemas, si ha habido infidelidad, qué tipo de comunicación existe, el nivel de satisfacción del otro… También valorar cómo es la vida laboral de los ambos, cuál es la relación que tienen con sus hijos, cómo es la economía familiar… Toda la información se agrupa para poder entender mejor la pareja, en qué situación está y cuál es el origen del problema que aún persiste. La clave es que exista colaboración de ambos miembros de la pareja. Lo ideal es que el tratamiento se desarrolle con los dos miembros de la pareja y por decisión propia. Sin embargo, en algunos casos en los que esto no es posible, trabajamos de forma unilateral e individual con cada uno de los miembros. La terapia estará guiada por un psicólogo que acompaña, guía, orienta y apoya con unos conocimientos para tratar el problema, pero aunque esta persona esté muy cualificada, es fundamental la implicación de ambos.

Existen diferentes situaciones en las que es aconsejable acudir a terapia de pareja:

  • Falta de comunicación en la pareja: este problema afecta a las parejas más de lo que pensamos. Acudir a terapia puede ser útil para incorporar nuevas dinámicas en la relación con nuestra pareja, teniendo cada uno una expresión directa y sincera.
  • Crisis puntual: la terapia de pareja es de gran utilidad para ayudar a superar problemas puntuales, que han provocado una crisis. Problemas como el fallecimiento de un familiar o un despido del trabajo pueden llevar a este tipo de crisis. Te ayudaremos a que esta experiencia que está causando dolor no se extienda el ámbito privado de tu relación.
  • Problemas en las relaciones íntimas: Hay momentos en los que hay poco equilibrio en la expresión de la afectividad y en las relaciones íntimas. Es bueno acudir a terapia de pareja, ya que estos problemas incluyen un conjunto de situaciones, no se centra únicamente en el ámbito sexual. Las caricias, los abrazos o incluso mirarse a los ojos sin decir nada, puede ser un bien del que muchas relaciones carecen. Por eso, nosotros os ayudamos a «romper el hielo» para comenzar a incorporar estas conductas a la relación.
  • Indecisión en los planes de futuro: Uno de los temas principales entre las parejas son los planes de futuro. Cuando compartes tu vida con una persona quieres planear un futuro con ella. Pero, en ocasiones, existen discrepancias y enfrentamientos en este aspecto. La terapia de pareja ayuda a cada miembro de la pareja a expresar los sentimientos y pensamientos que antes no había sido capaz de decir, pero dentro de un ambiente adecuado, honesto y tranquilo.
  • La llegada de un nuevo hijo: La presencia de un nuevo miembro en la familia es un hecho muy feliz para todos, pero puede provocar problemas en la relación de pareja. En la terapia de pareja os ayudamos a crear habilidades eficaces que requieran adaptarse a la nueva situación.

Con la terapia para parejas intervenimos principalmente en las siguientes áreas:

  • Crisis de pareja
  • Dependencia emocional
  • Celos patológicos
  • Ruptura
  • Apoyo psicológico en la infertilidad

Terapia de pareja cognitivo-conductual

Hay distintos tipos de terapias de pareja, pero en serviciosdepsicología nos centramos fundamentalmente en la terapia de pareja cognitivo-conductual dada su demostrada eficacia. Es una terapia vinculada a las cogniciones, creencias, expectativas, comportamientos y pensamientos de cada uno. Se trabajan las expectativas de la relación, la presencia de conductas que perjudican el bienestar de uno de los miembros, y por tanto, de la pareja.

Algunas de las técnicas que se llevan a cabo en este tipo de terapias es:

  • Intercambio de conductas positivas en la pareja: trata de un cambio en la inercia de la relación de la pareja. Cuando hay comportamientos negativos, el clima es negativo, y por tanto, al haber un clima negativo, se incrementan los comportamientos negativos. Y así en bucle. Se trata de romperlo introduciendo comportamientos positivos y de comprender que cada persona gestiona las situaciones de forma diferente, por tanto, es importante atender el tiempo que va a requerir cada miembro en entender los comportamientos positivos como un acto de mejoría de la relación.
  • Técnicas de comunicación en pareja: consiste en entrenar las habilidades de comunicación necesarias para aprender a hacer preguntas, dar información, tomar la palabra, escuchar activamente, aprender a empatizar… El aprender a expresar tus propios sentimientos y tus necesidades sin hostilidad, críticas, reproches o distanciamientos.
  • Técnicas de resolución de conflictos: esta técnica es recomendable aplicarla tras aplicar la técnica de comunicación. Se recomienda seguir unas fases para poder resolver conflictos de pareja: encontrar el momento adecuado, definir de forma específica cuál es el conflicto a resolver y centrarse en él, compartir los sentimientos en relación a ello, plantear el problema como algo que tienen que enfrentarse de manera conjunta y no como algo problemático que tiene el otro, centrarse de manera conjunta para resolverlo atendiendo los pros y contras de las opciones más factibles y comprometerse recíprocamente con la decisión escogida.

¿Cómo reforzar la terapia de pareja en casa?

Como resulta obvio, la terapia de pareja debe de implicar unos beneficios que se trasladen al dia a dia de la relación. Por lo tanto, es de suma importancia que entre sesiones se combine lo visto durante la terapia con reforzadores como los que te propongo a continuación:

  1. Caricias emocionales: halagar, expresar la admiración hacia el otro… No solo existe lo físico para expresar lo que sientes hacia tu pareja. Decir cosas agradables siempre va a reconfortar.
  2. Expresar el amor de forma corporal: cuando empiezas una terapia de pareja te das cuenta de que tú y tu pareja realmente, os habéis distanciado, tanto emocionalmente como físicamente. El darse cuenta ya es muy importante, el siguiente paso es trabajar en ello y tomar la iniciativa.
  3. Planes de ocio para compartir en común: hacer cosas que os gusten, que os hagan reír y recordar el porqué seguís juntos es una buena manera de reforzar la terapia.
  4. Búsqueda de acuerdos y límites: en los puntos en los que hay diferencias, explorar una solución para encontrar un beneficio común.

¿La terapia de pareja funciona?

 

Las discusiones, el malestar en la convivencia, la rutina o las infidelidades son los motivos más comunes por los que una pareja decide ir a terapia. Puesto que así podrán salvar su relación o por lo menos, intentarlo.

 

Además, cuando sientes que no te entiendes con tu pareja, que habláis menos, que no os entendéis. O cuando uno de los dos atraviesa por una crisis como la muerte de un ser querido, entre otros problemas. A veces, es difícil llegar a un punto medio y a un acuerdo entre ambos. Cuando esto se convierte en una rutina diaria y no cesa es importante solicitar ayuda.

 

Hay quienes acuden cuando empiezan a ver indicios de que algo no está yendo como esperaban. Pero en la mayoría de los casos se espera una media de entre cinco y seis años, cuando la relación está ya más que desgastada.

 

La clave está en ir cuando ambos miembros lo sientan y tengan además los mismos objetivos, de nada vale si uno quiere recuperar la relación y el otro romperla.

 

La terapia es mucho más eficaz si se acude nada más observar el malestar en la relación que si se deja pasar el tiempo hasta que el desgaste pueda más que cualquier cosa. De hecho, mantiene el experto, el porcentaje de éxito de una terapia de pareja está en torno al 70%. Sin embargo, es mucho más alto si la pareja acude antes, como mucho, dos años después de que aparezcan los primeros problemas.

 

Pero la realidad es otra bien distinta, según reflejan diferentes estudios, centrados en parejas que acuden a consulta. Se suele esperar entre cinco y seis años en acudir a terapia, a pesar de haber observado indicios de que la relación no funciona tan bien como les gustaría.

 

¿Qué ocurre si mi pareja no quiere ir a terapia?

 

Existen casos en que solo una de las partes acude a terapia. En esas ocasiones, el terapeuta puede trabajar con esa persona para conseguir cambios que puedan repercutir de forma positiva en ambos.

 

Por ejemplo, si la persona que va a terapia reconoce que se enfada con facilidad y que su comunicación muchas veces no es la adecuada. El objetivo será trabajar la comunicación  para que pueda hablar de una forma tranquila y adecuada.

 

Sin embargo, es importante entender que lo mejor es que ambas partes acudan a terapia. Puesto que, el objetivo principal es trabajar en los posibles problemas y conflictos de los dos, no de uno solo. Cuando hay un problema, cuántas más manos para resolverlo, mucho mejor.

 

Las parejas acuden al psicólogo, bien para recuperar lo que un día perdieron y crecer en la relación sin que sea demasiado tarde para recoger los restos del naufragio. O bien para aceptar y afrontar que la relación ha terminado sin que suponga ni mucho menos, una derrota, pues en ocasiones, la ruptura es la mejor de las soluciones.

 

Por ello, una terapia de pareja nos ayudará a conocernos individualmente y, sobre todo, nos enseñará a ser mejor pareja en esta, o en futuras relaciones.

Problemas de pareja más comunes

Las relaciones de pareja han ido evolucionando siempre a lo largo de la historia. La forma en que tenemos de comunicarnos con el otro o el establecimiento de límites cada vez se hace de una forma más profunda y equilibrada. Sin embargo, siempre nos fijamos en los modelos anteriores, en aquello que hemos visto en nuestros padres o en nuestros abuelos para poder tener un ejemplo de actuación. 

Esto genera una discrepancia entre las necesidades reales y lo que nosotros realizamos. Da pie a una serie de problemas que tienden a repetirse. Son modelos educacionales que ya no nos encajan a nivel social pero que seguimos usando.

Si bien es cierto que no existe la pareja perfecta. Detrás de una pareja aparentemente perfecta, se esconden problemas y desequilibrios que pueden afectar a una o a ambas partes de la pareja.  

Al crearse una pareja, cada uno aporta sus experiencias vividas anteriormente como el aprendizaje y condicionamientos.

En esta primera etapa se crea un equilibrio, una consolidación y una evolución de forma positiva. A pesar de ello, si este equilibrio y consolidación no se logran, generalmente la pareja se romperá. 

Ocasionalmente, a pesar de estas diferencias entre ambos, la pareja no se rompe y se muestran consolidados de cara al exterior. Pero, detrás de esta falsa calma nos encontramos con un conjunto de profundos problemas que tarde o temprano afectarán a algún miembro de la pareja: los celos, la distancia en la pareja, la llegada de los hijos…

DISTANCIA EN LA PAREJA  

La existencia de distancia afectiva es una señal de que existe una crisis en la relación. Esto es algo que has experimentado durante tu vida ya sea en el entorno laboral, familiar, de amistad o pareja. Los vínculos afectivos tienden a pasar por distintas fases y es inevitable estar menos presente en la relación en algunas circunstancias. 

Esta distancia afectiva no significa evitar los conflictos, si no que implica un obstáculo al amor, que impide su desarrollo. 

Teniendo asuntos sin resolver, los miembros de la pareja crearán malos hábitos escondiendo sus sentimientos y emociones. Esto provocará peleas fuertes por un problema mínimo y llevará a silencios y falta de interés por estar juntos.  

En estos casos, la manipulación estará presente en la pareja ya que, al no expresar sus sentimientos, empiezan a aparecer los reproches y chantajes. Esto hace que la relación se vuelva tóxica e insoportable.  

Intentar evitar el dolor emocional nos lleva a alejarse y huir, ya que se tiene la sensación de que es la única forma de evitar una roca que no podemos destruir y que se hace cada vez más grande. Es por eso, que la comunicación es la mayor adversaria de la distancia afectiva. 

La importancia del conflicto en la pareja

Los conflictos en la pareja generan muchos problemas de salud en ambos miembros de la pareja y como consecuencia en los hijos. Las estadísticas indican que los casados viven más y con mayor calidad de vida, si no hay conflictos. Pero los conflictos crean problemas a nivel mental (depresión, ansiedad, violencia) y a nivel físico (problemas de corazón, cáncer, enfermedades inmunológicas, dolor crónico). Además, el conflicto en la pareja aumenta la probabilidad de accidentes de tráfico, incluidos los mortales. 

Como bien sabes, los problemas de pareja generan también problemas en los hijos como problemas de conducta, depresión y problemas para alcanzar un futuro correcto. 

Solución de los problemas de pareja

Para solucionar los conflictos en la pareja es importante tener en cuenta estos componentes:

→Aumentar el intercambio de conductas positivas.

→Entrenamiento en habilidades de comunicación y resolución de problemas.

→Cambiar el patrón de reciprocidad negativa introduciendo conductas positivas frente a la negatividad.

→ Cambios en las atribuciones, expectativas e ideas irracionales cuando es necesario.

Estos componentes constituyen la terapia de pareja cognitivo conductual clásica, que está clasificada como una terapia con evidencia científica. 

Señales de crisis en pareja

La mayoría de las parejas entran en crisis, y es normal. Hay amores para toda la vida, y hay amores que se agotan y se acaban. Otros reviven, y en ocasiones nacen otros nuevos… Hoy en día reconocer e intentar solucionar los problemas de pareja es algo socialmente aceptado.

Se considera que una pareja con problemas debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Tiene que reconocerse como pareja con problemas o que lo perciba al menos uno de los dos miembros.
  • Una pareja en la que la tasa de intercambios negativos es superior a la tasa de intercambios positivos.
  • Que se den problemas significativos en diferentes áreas de la vida de pareja: comunicación, relaciones sexuales, toma de decisiones, tiempo libre, relaciones sociales, economía, educación de los hijos, etc.

Principales causas de los problemas de pareja.

  1. El trabajo. Más de ocho horas fuera de casa, cinco días a la semana, es todo un mundo de percepciones, estados de ánimo, tensiones, experiencias y relaciones con terceros… muchas horas de vida sin compartir.
  2. Viajes, ausencias, distancias. La pareja tiene que hacer un esfuerzo extra por compartir lo que ocurre fuera del hogar, los éxitos, los enfados, las frustraciones, etc.
  3. La familia. Uno o los dos miembros de la pareja sufre sobrecarga familiar o no acepta algo de la familia del otro.
  4. Hijos. Tener problemas, tensiones, discrepancias en la educación o dificultades de convivencia con los hijos
  5. Desconfianza. La confianza es un pilar fundamental de la vida de la pareja. Uno de los problemas más típicos de la falta de confianza en la pareja son los celos. La desconfianza debilita el apoyo, la comunicación y el compromiso.
  6. Apoyo. Falta de apoyo de uno de los miembros de la pareja al otro.

MANIPULACIÓN EN LA PAREJA 

Desgraciadamente, la manipulación y el chantaje emocional pueden estar presentes en la relación con tu pareja. La persona chantajista emocional actúa en base a sus propios intereses, culpabilizando, doliendo y provocando miedo en la víctima de dicho chantaje.  

Susan Forward, la autora del libro “Emotional Blackmail”, define el chantaje emocional como: “una poderosa arma de manipulación con la cual, gente cercana a nosotros nos amenaza, directa o indirectamente, para castigarnos si no consiguen lo que quieren”.  

Existen diferentes causas de este chantaje emocional. Por ejemplo, la baja autoestima del chantajista, que sea una persona narcisista o con Trastorno Límite de la Personalidad y necesite reafirmar y afianzar su personalidad, o incluso la dependencia emocional del chantajista por miedo al abandono de la víctima.  

La desconfianza, como una dolencia, muchas veces empieza de manera imperceptible. Pero al poco tiempo se propaga y se vuelve invasiva. Es un factor que debe abordarse a tiempo, ya que, de lo contrario, deteriora el vínculo y lo conduce a su mínima expresión, y acaba por destruirlo. 

Normalmente, la desconfianza aparece porque uno o ambos miembros de la pareja se han manifestado al otro como una base insegura. A pesar de ello, existen muchos casos en los que la persona se neurotiza y aún sin existir razones, ya desconfían. En estos casos, independientemente de la situación, es un serio problema que debe abordarse y resolverse. 

En ocasiones, los problemas de pareja se incrementan con la llegada del primer hijo. La fatiga, la novedad de la situación, la presión por el cambio de rol o la falta de tiempo y dedicación hacia la pareja son algunos factores a tener en cuenta para entender este proceso de crisis. 

pareja

¿QUÉ HACER ANTE LA LLEGADA DE NUEVOS MIEMBROS A LA FAMILIA? 

  • Hay que tener en cuenta y ser conscientes de que la etapa que están viviendo es pasajera, pero necesitan una alta exigencia y rendimiento. La pareja debe incrementar la comprensión hacia la situación del otro y mostrarle su apoyo y complicidad. 
  • Hacerse la idea de que la relación debe cambiar para dar lugar a una relación mejorada y aún más consolidada.  

  • Decidir la relación que quiere tener cada uno con el bebé, independientemente de los roles sociales establecidos, sino fabricando la relación en función de cada uno, y entre los dos como pareja.  
  • Transmitir los miedos y problemas que encuentre la pareja en el camino y escuchar al otro cuando esto suceda.  
  • Aportar un tiempo especial a la pareja para desconectar del rol de padres. 
  • Ofrecerse a hacerse cargo de la situación mientras el otro miembro de la pareja esté desbordado/a.

TERAPIA DE PAREJA

La terapia de pareja requiere la implicación activa de ambos miembros de la pareja y digamos que el terapeuta es un mediador, entre los muchos malentendidos que se van acumulando en la propia relación de pareja.

Aquí está en juego lo que realmente desean las parejas, algunas están muy comprometidas con el proceso, otras vienen “medio” obligadas y con una actitud negativa frente a la terapia, acceden a hacer una terapia no porque crean en ella, sino por demostrarle a su marido o mujer, que ellos estaban dispuestos a intentarlo todo.

Para que una terapia de pareja sea efectiva, se necesita el compromiso, la voluntad, el esfuerzo y las ganas de hacer que la relación vuelva a funcionar.

La terapia debe ayudar a la pareja a expresar de forma efectiva sus pensamientos y sentimientos sobre la relación y ofrecer orientación psicológica que les proporcione conocimientos y herramientas para solucionar, de forma efectiva, los problemas y los posibles desacuerdos.

En ocasiones puntuales la terapia de pareja puede ayudar también a negociar una separación sana y lo menos traumática posible si la decisión de la separación es irreversible.