¿Te has encontrado alguna vez con alguien que habla tan rápido que prácticamente no puedes entender lo que dice? Aunque esta circunstancia puede que no te sorprenda en un principio, podría ser una señal de la presencia de taquilalia, un trastorno del habla.
La taquilalia no se limita a hablar rápidamente, sino que también consiste en omitir palabras, sonidos e ideas, lo que dificulta aún más la comprensión del mensaje. Este trastorno tiene el potencial de influir en la vida cotidiana del individuo, desde sus relaciones personales hasta su desarrollo laboral.
Sin embargo, es necesario recalcar que que muchas personas no se dan cuenta de que padecen este problema, lo cual retrasa su tratamiento
En este artículo aprenderás a reconocer que es la taquilalia, sus causas, su impacto en la vida diaria y las soluciones más efectivas para afrontarla.
¿Qué es la taquilalia?
La taquilalia es un trastorno del habla en el que las personas hablan extremadamente rápido, saltándose parte de la palabra o incluso ideas enteras. Este ritmo tan acelerado hace que la comunicación sea confusa y difícil de seguir el ritmo, afectando tanto a los oyentes como al hablante.
Sabemos que hablar rápido no tiene porque ser un problema, sin embargo, en la taquilla esta velocidad se convierte en un obstáculo. Muchas de las personas que padecen este trastorno no son conscientes y esto les genera frustración ya que no comprenden porque los demás se quejan y les piden que moderen su velocidad.
¿Cómo este trastorno se diferencia de otros problemas del habla?
Al contrario de la tartamudez, la cual se caracteriza por interrupciones o bloqueos para hablar, la taquilalia se trata de un flujo continuo, pero extremadamente rápido. Además, la taquilalia no está relacionada con problemas motores del habla, sino que está relacionada con el control que tiene del ritmo y de la organización mental de las ideas.
Causas de la taquilalia
A pesar de que no se sabe completamente cuáles son las causas exactas del trastorno, se han identificado varios factores que contribuyen a su aparición, siendo una posible combinación de factores: neurológicos, psicológicos y sociales.
Factores neurológicos
- Presentar alteraciones en áreas del cerebro que se encuentran relacionadas con el lenguaje y la fluidez verbal, lo cual afecta al sistema nervioso, dificultando la conexión entre las regiones responsables de controlar el pensamiento y el habla.
- Dificultad para transformar las ideas en palabras claras, ya que presentan problemas en la conexión entre las regiones que controlan el pensamiento y el habla.
Factores psicológicos y emocionales
- Ansiedad: En ocasiones hablar rápido puede ser usado como respuesta a situaciones estresantes o a un intento de enfrentarse al nerviosismo
- Baja autoestima: Algunas personas aceleran lo que quieren decir por miedo a ser interrumpidos o incluso ignorados
- Impulsividad: Se observa principalmente en aquellas personas que presentan TDAH, en este caso, la rapidez del habla refleja que existe una falta de control para organizar las ideas
Factores sociales y culturales
- Si existe un entorno donde hablar rápido no es un problema, sino que es más bien la norma, las personas pueden incluso desarrollar taquilalia para adaptarse al contexto
- Las familias que priorizan la velocidad el habla pueden reforzar patrones de comunicación que son pocos saludables desde la infancia
En ocasiones, la taquilalia no está asociada a una causa concreta, sino que surge como un patrón de habla aprendida que nunca fue corregido
Síntomas y señales
Es necesario reconocer la taquilalia para buscar el tratamiento adecuado para hacerle frente
Algunos de los síntomas de la taquilalia más comunes son los siguientes:
- Velocidad excesiva: El habla es extremadamente rápida que no permite pausas naturales, lo cual dificulta que el oyente comprenda el mensaje que se quiere transmitir
- Omisión de palabras o sonidos: En lugar de decir claramente una frase como puede ser “ vamos al parque esta tarde”, una persona que presenta este trastorno podria expresar algo parecido a “vamo’ al pa’e ‘sta tare”. Esto puede crear confusión y hacer que el mensaje sea mucho más difícil de entender para quienes lo escuchan
- Desorganización en el discurso: Las personas con taquilalia presentan las ideas de forma confusa, no presentan una estructura clara, lo que provoca que el hilo de la conversación sea muy difícil de seguir
- Inconsciencia del problema: Muchas personas que padecen el trastorno no perciben el ritmo acelerado como un problema, por lo tanto, si alguien intenta ayudarlos puede que aparezcan conflictos porque no tienen consciencia de que tienen un problema
¿Qué consecuencias tiene este trastorno en la vida diaria?
La taquilalia afecta a diversas áreas de la vida diaria de las personas. A continuación mostraremos aquellas que son más relevantes
Una de las principales áreas afectadas serían las relaciones personales, en estas situaciones pueden desencadenarse tanto conflictos, ya que la falta de claridad al hablar puede provocar que haya malentendidos, como frustración, no solo de los interlocutores sino también de la persona con taquilalia.
Otra área importante que se encuentra afectada sería el rendimiento académico y laboral de la persona que padece este trastorno, esta presenta dificultades para hablar en público, especialmente cuando se trata de exposiciones, ya que hablar excesivamente rápido puede llevar a errores y que el mensaje no se entienda. Además padecer este trastorno puede desencadenar a la pérdida de oportunidades sobre todo en el ámbito laboral, debido a la posible falta de claridad en entrevistas o en reuniones.
Por último, hay que tener en cuenta que puede afectar a la salud emocional, ya que estas personas al estar constantemente recibiendo críticas por su forma de hablar, su autoestima puede verse afectada, o por miedo al juicio social pueden preferir aislarse.
Taquilalia y ansiedad
La ansiedad, especialmente la ansiedad social, es un factor que puede provocar o empeorar la taquilalia. Esto se debe a que el nivel de activación emocional acompaña a la ansiedad afecta directamente el ritmo y la fluidez del habla.
El habla requiere un control motor preciso y refinado, que puede verse alterado incluso por signos leves de ansiedad
Las personas con ansiedad social suelen tener grandes dificultades para hablar en público.
En esos momentos, el deseo de completar la presentación lo más rápido posible hace que aumente la velocidad del habla. Esta aceleración hace que el habla sea difícil de entender, faltan sonidos, sílabas e incluso palabras, e incluso puede provocar que los sonidos se superpongan, haciendo que el mensaje sea casi incomprensible.
El tratamiento de los casos donde la ansiedad y la taquilalia se presentan juntas requiere un enfoque integrado. Es importante trabajar con un psicólogo, que abordará los aspectos emocionales y cognitivos de la ansiedad, y un logopeda, que trabajará la fluidez y la claridad del habla.
Este método combinado trata eficazmente ambas condiciones y ayuda a los pacientes a recuperar la confianza en su comunicación.
Estrategias y tratamientos para la taquilalia
- Terapia del habla: Un logopeda puede ayudar a reducir la velocidad al hablar mediante el uso de pausas estratégicas, ejercicios concretos y la mejora de la pronunciación.
- Ejercicios de respiración y relajación: Para desacelerar el ritmo de una conversación, es preciso tener controlada la respiración. Técnicas como la meditación o el yoga podrían ser beneficiosas.
- Herramientas técnicas: Una buena herramienta para que la persona sea consciente de su problema, sería con la ayuda de una grabación de voz, la cual podría ser útil para que la persona escuche cuál es su ritmo, sea consciente y trabaje para mejorarlo.
- Educación del entorno: Los familiares y amigos deben estar dispuestos a apoyar al hablante de una forma constructiva, sin criticarlo.
¿Se puede superar la taquilalia?
Si se trata adecuadamente, la taquilalia puede ser superada. Para conseguirlo, es necesario combinar la práctica constante con un tratamiento especializado (normalmente proporcionado por un logopeda). Este utiliza métodos particulares para ralentizar la velocidad de habla, optimizar la articulación y desarrollar un discurso más estructurado. Además, en algunos casos, también se suele recomendar que intervenga un psicólogo si la taquilalia está asociada a problemas emocionales, como puede ser la ansiedad o la baja autoestima.
Ser capaz de superar el trastorno puede variar de una persona a otra según la gravedad que presenta y las causas subyacentes. Sin embargo, destacar que si existe una orientación adecuada y un compromiso por parte del paciente, muchas personas logran hablar de manera más clara y pausada, lo cual influye de manera positiva en su calidad de vida.
¿La taquilalia afecta a niños y adultos por igual?
La taquilalia es más común que se identifique en la etapa de la infancia, ya que durante esta etapa se desarrollan las habilidades del lenguaje y de la comunicación. Por ende, si no se identifica y corrige a tiempo, es muy probable que el trastorno continúe en la edad adulta, lo cual tendrá un impacto negativo en áreas como la autoestima, las relaciones personales y el trabajo.
La identificación precoz en la infancia es primordial debido a que el cerebro de los niños todavía está en desarrollo y responde mejor a las modificaciones. En esta fase, además, los tratamientos suelen resultar más eficaces y veloces. En cambio, aunque también puede ser exitoso, en los adultos puede requerir más tiempo, ya que los patrones de habla son más estables. En ambos casos, la intervención adecuada es esencial.
¿Hablar rápido siempre es un problema?
Siempre que las ideas se expresen de manera clara y comprensible, hablar rápido no es un problema en sí mismo. Es probable que muchos individuos que se expresan rápidamente sean elocuentes y efectivos en su comunicación. Sin embargo, si esta rapidez lleva a que se omitan ideas, palabras o sonidos, se convierte en una barrera para una comunicación efectiva.
La taquilalia no solo supone que se habla rápido, sino también que el ritmo y la estructura del discurso no son controlados. Esto puede causar desorientación en los oyentes y frustración tanto en el hablante como en aquellos que intentan entenderlo. Por ende, aunque no hay problema con hablar rápido, es crucial determinar si está perjudicando la calidad de la comunicación.
Conclusión
La taquilalia es un trastorno que aunque puede parecer insignificante y algunas veces pasa desapercibido, puede tener un fuerte impacto en las personas que lo padecen. No obstante, con la combinación de diferentes estrategias como la terapia del habla, las técnicas de relajación o el apoyo emocional, las personas pueden mejorar su ritmo del habla y a su vez mejorar la claridad de su comunicación.
Reconocer la presencia de este trastorno es esencial, ya que no solo facilita la comunicación sino que también facilita una mejor adaptación a los entornos sociales, permitiendo que la persona interactúe con más confianza.