La terapia de aceptación y compromiso (TAC) es un tipo de terapia psicológica que nos ayuda a enfrentar nuestras emociones y pensamientos difíciles mediante un método diferente, pero más efectivo. A menudo, cuando nos sentimos tristes, estresados o asustados, el primer instinto que tenemos es tratar de evitar o suprimir esos sentimientos. Sin embargo, suele aumentar la persistencia e intensidad del intento de controlar o eliminar esos sentimientos
La TAC ofrece una alternativa: nos instruye a aceptar nuestras emociones como un aspecto natural de la vida, en vez de intentar modificar lo que sentimos o pensamos. Esto no significa aceptar el malestar, sino aprender a vivir con estas emociones de tal forma que podamos continuar progresando hacia nuestras metas e ideales individuales. La TAC consigue que podamos concentrarnos en lo que verdaderamente es relevante, dejando de perder energía al pelear contra algo que no podemos controlar.
La TAC nos ayuda a gestionar nuestras emociones modificando la forma en que las enfrentamos. Nos enseñan a asumir la ansiedad, el estrés o la tristeza como elementos de nuestra experiencia cotidiana en vez de considerarlos adversarios que deben ser erradicados. Esto nos posibilita el no perder energía combatiendo lo que sentimos y enfocarnos en la manera en que queremos vivir nuestra vida.
Los seis procesos clave de la TAC:
Además, la TAC se basa en seis ideas principales o procesos fundamentales que, de manera conjunta, nos ayudan a gestionar mejor nuestros pensamientos y emociones de manera más saludable.
- Aceptación: Aprendemos a aceptar las emociones difíciles, como la ansiedad o el estrés, en vez de combatirlas. Esto nos ayuda a dejar de gastar energía en el intento de cambiar lo que no podemos controlar.
- Defusión cognitiva: Este concepto nos instruye a ver nuestros pensamientos tal como son en realidad: simplemente pensamientos, no hechos. Podemos disminuir su impacto sobre nosotros al aprender a distanciarnos de ellos.
- Experiencia presente: Se refiere a concentrarnos más en lo que estamos haciendo ahora, en vez de preocuparnos por el futuro o quedarnos anclados al pasado. Estar en el presente nos permite sentirnos más vinculados con la realidad.
- El «Yo observador»: Esta noción nos hace recordar que no somos lo que creemos o lo que sentimos. Nosotros somos los que los observamos. Esto nos posibilita observar nuestras vivencias desde un enfoque menos subjetivo y más amplio.
- Claridad de los valores: Nos concentramos aquí en determinar lo que tiene más valor para nosotros en la vida, tales como la salud, la familia, el desarrollo personal o los amigos. Tener una idea clara de nuestros valores nos facilita tomar decisiones más adecuadas.
- Acción comprometida: A pesar de que estemos lidiando con emociones complejas, este procedimiento nos impulsa a actuar y tomar decisiones de acuerdo con esos valores. Implica avanzar hacia lo que es relevante para nosotros sin que nuestras emociones nos frenen.
Llevar a cabo estos seis procesos en tu vida cotidiana te ayuda a tener un mejor manejo de tus emociones y vivir de acuerdo con tus principios. La experiencia presente te ayuda a concentrarte en el ahora, disminuyendo la ansiedad; la aceptación te deja de pelear contra lo que sientes; y la defusión cognitiva evita que le des importancia a tus pensamientos negativos. El proceso del «yo observador» te hace recordar que no eres tus emociones, y cuando clarificas tus valores, puedes distinguir lo que verdaderamente importa en tu vida. Finalmente, la acción comprometida te motiva a actuar de acuerdo con esos principios, incluso cuando las emociones son complicadas. Estos procesos, en conjunto, te ayudan a seguir adelante hacia una vida más plena y significativa, sin que tus emociones o pensamientos te estorben.
El papel de los valores en la TAC
Con relación a los últimos dos procesos descritos, en la Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC), los valores personales son fundamentales para guiar nuestras acciones hacia una vida más plena y significativa. Los valores representan lo que es importante para nosotros, como la familia, la salud o la honestidad, y no son metas que alcanzamos, sino principios que orientan nuestra conducta a lo largo de la vida.
La terapia de aceptación y compromiso (TAC) nos ayuda a identificar y clarificar nuestros valores, lo cual es esencial cuando nos sentimos atrapados en emociones complicadas. El malestar emocional, por lo general, puede alejarnos de lo que verdaderamente nos importa. Si definimos nuestros valores, es posible que tomemos decisiones más alineadas con ellos en vez de permitir que el miedo o el estrés nos controlen.
La TAC nos incentiva a actuar de manera comprometida, es decir, a comportarnos de acuerdo con nuestros principios, incluso si tenemos que lidiar con emociones difíciles después de que nuestras creencias han sido esclarecidas. Cuando comenzamos a vivir conforme a nuestros principios, nos encaminamos hacia una vida más completa y significativa, sin tener en cuenta las dificultades emocionales.
Aplicaciones de la Terapia de Aceptación y Compromiso
La terapia de aceptación y compromiso (TAC) puede ser útil para tratar diversas situaciones emocionales y circunstancias que pueden presentarse frecuentemente en la vida diaria.
- Ansiedad: La TAC ayuda a los individuos a aceptar su ansiedad en vez de combatirla. Esto permite que la ansiedad tenga una influencia menos controladora sobre nuestras acciones. La TAC, por ejemplo, enseña a afrontar el miedo y continuar en lugar de eludir situaciones sociales por temor, lo que brinda mayor libertad.
- Depresión: La TAC puede ayudarte a gestionar los pensamientos negativos si estás padeciendo depresión. Te enseña a aceptar esos pensamientos sin que te detengan, en vez de quedarte atrapado en ellos. También te motiva a continuar tomando decisiones en función de lo que valoras, como cuidar de ti mismo o mantener relaciones, aun cuando te sientas desmotivado.
- Estrés: La TAC te ayuda a aceptar que el estrés es parte de la vida en circunstancias de tensión, como son los estudios o el trabajo. En vez de resistirlo o eludir las circunstancias que lo provocan, aprendes a vivir con el estrés y continuar progresando hacia tus objetivos sin dejarte dominar por él.
- Situaciones cotidianas: La TAC también es útil para manejar los desafíos diarios. Por ejemplo, si estás frustrado por el tráfico o te incomoda un pequeño problema en casa, puedes usar los fundamentos de la TAC para aceptar esas emociones, observar tus pensamientos sin que ellos te controlen y responder con una actitud más consciente y serena en lugar de actuar de manera impulsiva.
Mindfulness en la TAC
El mindfulness, o atención plena, es una parte esencial de la Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC). Se trata de prestar atención al momento presente sin juzgar lo que estás sintiendo o pensando, simplemente observando lo que sucede a tu alrededor y en tu interior.
El mindfulness te asiste para que dejes de quedarte atrapado en reflexiones acerca del pasado o preocupaciones sobre el futuro, en la TAC. El mindfulness, en vez de combatir tus emociones, te propone que las aceptes tal como son, sin tratar de transformarlas. Por ejemplo, si te sientes ansioso, en vez de intentar quitarte ese sentimiento, te concentras en lo que sientes en el cuerpo y lo observas sin juzgar. Luego continúas con la actividad que estés realizando.
La atención plena se puede practicar en cualquier momento del día. Es posible hacerlo mientras comes, enfocándote en las texturas y los sabores, o mientras te desplazas a pie, prestando atención a cada zancada y a tu respiración. Esto te facilita el control de tus emociones y ser más consciente de ellas, sin dejar que estas te controlen.
En resumen, practicar mindfulness en la TAC te permite vivir con mayor lucidez y tranquilidad, sin que tus pensamientos te abruman. Te instruye a aceptar tus emociones y a vivir en el presente.
Para concluir, la Terapia de Aceptación y Compromiso nos enseña a aceptar nuestras emociones y pensamientos difíciles como parte de la vida, en lugar de pelear con ellos. Mediante la aceptación, el mindfulness y la claridad de valores, aprendemos a comportarnos de forma coherente con lo que verdaderamente tiene importancia, incluso cuando nos topamos con retos emocionales. Si empleamos estas estrategias, seremos capaces de edificar una vida más satisfactoria y con mayor significado, concentrándonos en lo que nos impulsa a progresar y a vivir mejor. La TAC nos brinda un modo de vivir la vida con libertad emocional y un propósito, sin que los sentimientos difíciles nos paren.