La cleptomanía es un trastorno psicológico poco conocido, el cual lleva a una persona a robar de manera impulsiva, incluso aunque no exista una necesidad económica ni un deseo de obtener algo material. A diferencia de quienes cometen robos por necesidad o por beneficio, las personas que sufren de cleptomanía no pueden controlar este impulso, lo que provoca una sensación constante de frustración, de culpa y de ansiedad.
A pesar de que muchas veces se asocia al robo, la cleptomanía es una condición mucho más compleja, que involucra procesos emocionales y psicológicos profundos. Es importante tener claro que las personas que padecen este trastorno no lo hacen por maldad o por voluntad propia, sino que están luchando contra un impulso que les resulta difícil y casi imposible de manejar.
En este artículo, se abordarán los aspectos fundamentales de la cleptomanía, sus causas, síntomas y cuales son los tratamientos adecuados. Se trata de ofrecer información clara y accesible para las personas que buscan comprender este trastorno.
¿Qué es la cleptomanía?
La cleptomanía es un trastorno del control de los impulsos, por lo que las personas que lo sufren tienen grandes dificultades para controlar deseos o impulsos que son lo suficientemente fuertes como para ignorarlos. En el caso de las personas que padecen cleptomanía, el impulso se basa en robar diferentes objetos, aunque realmente no se necesita ni se desea obtener ningún beneficio material con ello.
Las personas con cleptomanía sienten una necesidad irresistible de robar, aunque en muchas ocasiones, los objetos que roban no tienen valor ni suelen ser necesarios. Es común que después de cometer el robo, experimenten una mezcla de alivio temporal y de sentimientos de culpa, vergüenza o de arrepentimiento, lo que genera un ciclo emocional muy complicado de gestionar. La impulsividad de cometer estos robos es debido a que la persona tiene una sensación de tensión interna antes, y la sigue un alivio temporal después de realizarlo.
Es necesario destacar que a la cleptomanía no hay que confundirla con el robo común o el hurto. Mientras que el robo puede que sea motivado por necesidades económicas o por un beneficio material, la cleptomanía en cambio, está relacionada con un trastorno mental donde el deseo de robar no se puede controlar, y el objeto que ha sido robado no tiene ningún propósito práctico para la persona que lo roba.
Síntomas de la cleptomanía
El síntoma principal de la cleptomanía es un impulso incontrolable de robar cosas, incluso cuando no son necesarias. Sin embargo, este trastorno puede manifestarse de diferentes formas y afectar a cada persona de manera diferente. Algunos síntomas comunes incluyen:
- Deseo de robar repetitivo: Las personas con cleptomanía frecuentemente tienen pensamientos e impulsos de robar. Estos pensamientos pueden ir acompañados de sentimientos de tensión o malestar que sólo se alivian temporalmente con el acto de robar.
- Robo de objetos innecesarios: Los objetos robados no tienen valor práctico para una persona. Esto hace que muchas veces se roben cosas inútiles o esenciales, como objetos pequeños o que no tienen valor económico.
- Vergüenza y culpa. Después de un robo, las personas con cleptomanía suelen tener profundos sentimientos de vergüenza y culpa. Sin embargo, a pesar de estos sentimientos, las ganas de robar pueden reaparecer en el futuro, creando un círculo vicioso difícil de romper.
- Incapacidad para controlar los impulsos. Las personas con este trastorno a menudo sienten que no pueden evitar robar, incluso cuando intentan resistir el impulso. Esto puede provocar sentimientos de frustración y desesperanza.
- Robo en momentos de estrés mental. El robo suele ocurrir en situaciones estresantes o tensión emocional. El acto de robar en sí puede ayudar a la persona a aliviar esas emociones a corto plazo.
Es importante señalar que la cleptomanía no es simplemente una cuestión de «falta de control» o «falta de ética». Se trata de un trastorno grave que afecta a la salud mental y emocional de las personas que lo sufren y que, por tanto, es recomendable ser atendido por un profesional.
¿Cuáles son las causas de la cleptomanía?
A pesar de que las causas exactas de la cleptomanía no han sido comprendidas completamente, se cree que se trata de una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales los cuales pueden contribuir al desarrollo del trastorno. Algunas de las causas más comunes son las siguientes:
- Factores genéticos: La cleptomanía puede que tenga un componente hereditario. Por lo que si alguien en la familia de la persona padece trastornos del control de los impulsos o trastornos psiquiátricos, el riesgo de desarrollar cleptomanía puede aumentar.
- Desequilibrios químicos en el cerebro: Algunas investigaciones sugieren que los desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina o la dopamina, puede que estén involucrados en el desarrollo de la cleptomanía. Debido a que estos neurotransmisores están relacionados con el control de los impulsos y con las emociones.
- Estrés y ansiedad: El estrés, la ansiedad y las emociones negativas pueden ser factores que desencadenan los impulsos de robar. Algunas personas con cleptomanía piensan que robar les ayuda a aliviar de forma temporal la tensión emocional, lo que crea un ciclo vicioso donde el comportamiento se repite.
- Historia de trauma o abuso: En algunos casos concretos, las personas con cleptomanía han experimentado traumas, abuso emocional o físico en su infancia. Estos factores pueden ser que afecten al desarrollo emocional y contribuyen en la aparición del trastorno.
- Trastornos relacionados: En la mayoría de ocasiones, la cleptomanía se presenta juntamente con otros trastornos mentales, concretamente con el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión o el trastorno de personalidad límite. Estos trastornos pueden influir especialmente en el desarrollo y en la manifestación de la cleptomanía
Impacto de la cleptomanía en la vida diaria
La cleptomanía puede tener un gran impacto en la vida de las personas que la padecen y en sus relaciones personales y profesionales. Este trastorno no solo afecta a la salud mental, sino que también puede tener tanto consecuencias legales, como sociales y emocionales. A continuación, mostraremos las áreas que se ven más afectadas:
- Consecuencias emocionales: Las personas que padecen cleptomanía tienen tendencia a vivir con una carga emocional significativa. Después de cometer el robo, sienten una mezcla de sentimientos, por una parte alivio temporal y por otra emociones negativas como la culpa, la vergüenza y el arrepentimiento. Esta montaña rusa de emociones puede contribuir a que se den problemas como la ansiedad, la depresión y una baja autoestima.
- Problemas legales: A pesar de que el impulso de robar no está específicamente relacionado con una intención criminal, las personas con cleptomanía pueden enfrentarse a problemas legales si alguien los descubre robando. Estas situaciones no solo agravan el estrés emocional de la persona, sino que esto también puede dañar su reputación y a su vez su vida profesional.
- Deterioro de las relaciones: La cleptomanía puede generar conflictos en las relaciones personales, especialmente cuando los seres queridos no entienden la naturaleza del trastorno. La falta de comprensión puede provocar rupturas familiares, conflictos de pareja y aislamiento social.
- Interferencia en la vida cotidiana: El impulso constante de robar y las emociones que acompañan a la persona de forma persistente pueden interferir en la capacidad de la persona para llevar una vida normal. Las personas que lo sufren suelen evitar aquellos lugares o situaciones donde sienten que podrían ceder al impulso, lo que limita su libertad y su bienestar.
Tratamiento de la cleptomanía
La cleptomanía es un trastorno que se puede tratar, y que muchas personas logran superar si se cuenta con la ayuda adecuada. El tratamiento combina diferentes enfoques para abordar tanto los impulsos como las emociones básicas. Aquí presentamos las opciones más comunes:
- Terapia psicológica
La terapia es la base del tratamiento para la cleptomanía. Algunas de las terapias más utilizadas son:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Esta terapia ayuda a identificar cuales son los pensamientos y comportamientos que impulsan el robo, y además enseña estrategias para manejarlos.
- Terapia de exposición y prevención de respuesta: Esta consiste en exponer de manera gradual a la persona a situaciones que puedan desencadenar el impulso de robar, mientras que al mismo tiempo se aprende a resistirlo.
- Terapia basada en la aceptación y el compromiso (ACT): Ayuda a las personas a aceptar cuales son sus impulsos pero sin actuar sobre ellos, enfocándose especialmente en sus valores y en sus objetivos personales.
- Medicamentos
En algunos casos, los medicamentos pueden resultar útiles si se utilizan para tratar los desequilibrios químicos en el cerebro asociados con la cleptomanía. Los antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo o medicamentos que regulan la dopamina han resultado exitosos en ciertos pacientes que se los han administrado.
- Grupos de apoyo
Participar en grupos de apoyo puede proporcionar un espacio seguro donde se puedan compartir experiencias y donde se puedan sentir comprendidos. Hablar con otras personas que están enfrentándose a desafíos parecidos puede resultar muy útil durante el proceso de recuperación.
- Estrategias de autocuidado Además del tratamiento profesional, seria recomendable incorporar hábitos saludables, los cuales pueden ayudar a manejar la cleptomanía.
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga.
- Mantener una rutina diaria organizada para reducir el estrés.
- Identificar y evitar situaciones que desencadenan el impulso de robar.
¿Cómo ayudar a las personas que sufren cleptomanía?
En primer lugar, es importante ofrecer apoyo y no juzgar. A continuación, se presentan algunas recomendaciones:
- Informarse sobre el trastorno: Conocer qué es la cleptomanía y cómo afecta a quienes la padecen puede ayudar a ofrecer apoyo de manera más efectiva.
- Escuchar sin juzgar: Las personas con cleptomanía suelen sentir vergüenza y tienen miedo a ser incomprendidas. Escuchar con empatía es fundamental para que la persona se sienta segura y cómoda
- Fomentar la búsqueda de ayuda profesional: Sería recomendable animar a la persona a que busque ayuda de un psicólogo o psiquiatra. Recordarle que el tratamiento puede mejorar significativamente la calidad de vida.
- Ofrecer compañía: Acompañar a la persona en su proceso, ya sea asistiendo a citas o explorando cuáles son las mejores opciones de tratamiento, puede ser muy valioso para la persona.
Conclusión
La cleptomanía es un trastorno psicológico que en muchas ocasiones se malinterpreta, pero que afortunadamente puede ser tratado con éxito usando el enfoque adecuado. Reconocer que se tiene un problema y que se necesita ayuda es el primer paso hacia la recuperación. Con la ayuda de la terapia, de apoyo y, en algunos casos si es necesario de medicamentos, las personas con cleptomanía pueden ser capaces de aprender a controlar sus impulsos y de llevar una vida satisfactoria.